Supe que todo había pasado
cuando te vi mover la cucharilla
tan despacio como si todo el mundo,
aquella tarde
se hubiera detenido
en la barra de la cafetería. O en la acera.
No supe qué decirte. Hablamos como
si hubiera sido ayer, sin ir más lejos,
la última vez que habíamos discutido.
Ayer mismo
cuando habíamos entrado
a saco por el alma y la camisa.
Así que yo te hablé de mis triunfos.
De mis últimos versos. De mí mismo.
Y casi sin mirarte. Miraba tu café
que removías
ausente, como en trance,
como si fuera lo más interesante del planeta.
Tú no me decías nada. Sonreías.
Pendiente de una cita, estoy seguro,
que tenias aquella misma tarde.
Incluso
hubo silencios.
Trocitos de metralla de antiguos bombardeos.
Yo te llevé a tu casa. Nos rozamos las caras.
Sabiendo cada uno que ya nada
volvería a justificar una llamada de teléfono.
Que el corazón
por fin había perdido
interés para médicos y amantes.
Rodolfo Serrano
3 comentarios:
Hola Gema!!!!!
Como estas?
Que conexión serranera la nuestra!
las dos padre e hijo juntitos =)
me encanta el que has puesto
me parece sublime la metáfora de la cucharita girando en el café, el movimiento ese estereotipado y la mirada que se pierde ahí
en fin...ese lenguaje corporal...no se...dice tanto
me pareció genial...
digno de Rodolfo
y si se nota que uno va de la mano del otro Serrano y Serrano...igual son distintos...en un cd nuevo de Ismael, si conoces las maneras de Rodolfo, te das cuenta cual es la canción adaptada de un poema de él.
un abrazo gigante
Ahora el corazón esta libre para volver a empezar
No podía pasar por esta pagina sin dejar un saludo a mi amiga Gema. Soy Luis de La Rinconada, muy interesante este grevoloteo con sus letras y su música, aunque todavía me queda mucho por bichear. Me alegro de encontrar a otro blogger@ entre mis amig@s. Nos vemos en La Torre. Un saludo y que sigas metiendo cosas tan interesantes en tu blog.
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