martes, 24 de febrero de 2009

Retrato

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—;
mas recibí la flecha que me asignò Cupido
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñò el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansiòn que habitò,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje
y esté a partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Autor: Antonio Machado

Cantan el Nano y Alberto Cortez, no sabría decir cual me gusta mas, pongo las dos para que la disfruteis como yo lo hago cada vez que escucho a estos dos grandes de la canción.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me enamora los ojos ceguados con que miran sus lugares
De ustedes aprendí a enamorarme a mirar distinto a algunas ciudades
entre ellas...la perjudicada pero radiante Buenos Aires...


un abrazo

Camaleona dijo...

Cómo no, Antonio Machado... ahora que lo pienso, creo que amo tanto sevilla por él.

Anónimo dijo...

Gema... vengo a darte las gracias por tu comentario y a despedirme, muy tristemente, de ti, al menos a través de mi blog durante una buena temporada.

Conservaré tu mail, te agregaré.

Besos.

CarmenS dijo...

Sigue siendo grandioso ese poema al que recurre todo el que arma una biografia de don Antonio. Como la de Ian gibson, que recomiendo a cualquiera que aprecie la poesía de Machado.